Nuestro Estrecho de la Peña, ha sido declarado a mediados del año pasado uno de los elementos fundamentales del Geoparque Villuercas- Ibores-Jara.
Un Geoparque, de acuerdo con la UNESCO (1999) se define como un territorio que comprende uno o más sitios de gran importancia científica, no solo por razones de tipo geológico sino en virtud de su valor arqueológico, ecológico y cultural.
A simple vista, desde cualquiera de los miradores de la carretera que une Alía - Puerto San Vicente, a la altura del Estrecho de la Peña, podemos observar un paisaje abrupto lleno de belleza de como lo que un día fue el fondo del mar, hoy se eleva como crestas de nuestras sierras.
La riqueza de flora se pude observar a simple vista. Enebros, encinas, alcornoques, madroñas, durillos, que junto con los fresnos y alisos de la ribera del río" jarigüela" y sus lavandas y jaras lo hacen un entorno único.
Pero si nos detenemos un poco y observamos alrededor de la cueva del estrecho de la Peña, vemos como una inmensa mole de piedra alberga una gran cantidad de vida. Allí podemos observar una colonia de buitre leonado que bien puede alcanzar la centena, en el mismo lugar en periodo primaveral anida la cigüeña negra, la igual que el águila perdicera, o el buho real, entre otros; auténticas joyas aladas de las que podemos disfrutar si observamos con atención.
Un Geoparque, de acuerdo con la UNESCO (1999) se define como un territorio que comprende uno o más sitios de gran importancia científica, no solo por razones de tipo geológico sino en virtud de su valor arqueológico, ecológico y cultural.
A simple vista, desde cualquiera de los miradores de la carretera que une Alía - Puerto San Vicente, a la altura del Estrecho de la Peña, podemos observar un paisaje abrupto lleno de belleza de como lo que un día fue el fondo del mar, hoy se eleva como crestas de nuestras sierras.
La riqueza de flora se pude observar a simple vista. Enebros, encinas, alcornoques, madroñas, durillos, que junto con los fresnos y alisos de la ribera del río" jarigüela" y sus lavandas y jaras lo hacen un entorno único.
Pero si nos detenemos un poco y observamos alrededor de la cueva del estrecho de la Peña, vemos como una inmensa mole de piedra alberga una gran cantidad de vida. Allí podemos observar una colonia de buitre leonado que bien puede alcanzar la centena, en el mismo lugar en periodo primaveral anida la cigüeña negra, la igual que el águila perdicera, o el buho real, entre otros; auténticas joyas aladas de las que podemos disfrutar si observamos con atención.
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